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jueves, 23 de junio de 2011

TEATRO




PABLO Y OLINDA

Ficha técnica
Autor: José María Paolantonio
Dirección General: José María Paolantonio
Asistente de Dirección: Tatiana Santana

Actores:

Miguel Ávila: Pablo Podestá
Tatiana Santana: Olinda Bozán
Mariano Fernández: Víctor Palma
Mariano Falcón: Cesar Salma
Eugenio Erretegui: Aldo Salma

Vestuario: Nené Murúa
Asesoramiento coreográfico: Mecha Fernández
Música original: Sebastián Irigo y Javier López del Carril
Iluminación: Sebastian Irigo
Violonchelo: Jorge Vergero
Diseño grafico: Mariano Falcón
Video:Tres Tipos
Dibujo artístico: Natalia Macías
Asistente de vestuario: Cristina Tavano
Realización escenográfica: José Vergel

Prensa: Sonia Cancro y Casais

Nena Producciones: Gestión Institucional
Florencia González: Operación de Luces
Francisco Ramírez/Paula Ettefgui/Ariel Nesterczuk: Bonetería

Agradecimientos:
Alejandro Samek, Angel Marcet,
Franco Lippi, Ivana Averta, Jorge Videla, Marcelo Pont Vergés, Pablo Tubio, Sergio Victor Palma

Teatro Andamio 90
Paraná 662 p.1 CABA
Teléfonos 4374-1484 / 4372-8386Reserva e informes al 4373-5670
HORARIO DE BOLETERIA:
Jueves a Domingos a partir de las 17hshttp://www.andamio90.org/elteatro.htmlEntrada: $ 50,00 - Viernes - 08:30 hs - Descuentos a estudiantes y jubilados: $ 30,00Entrada: $ 50,00 - sábados - 22:30 hs - Descuentos a estudiantes y jubilados:$ 30,00




Sinopsis de la obra

“Pablo y Olinda” es una obra de mi autoría que trata de rescatar personajes, situaciones y climas de un período fundamental de nuestra cultura nacional: aquel en dónde el circo criollo transhumante deviene en expresión dramática gracias a las palabras que Juan María Gutiérrez pone en boca de Juan Moreira. Un mundo que nace y otro que decae, como fondo de una situación ficcionada de la realidad, con dos protagonistas emblemáticos. Pablo Podestá, el númen del actor dramático de la época y Olinda Bozán, que luego se destacará como una de las mayores actrices cómicas del teatro y el cine nacional.
El relato de la supuesta “realidad” en las relaciones de uno y otra se ve entrecortado con inserts totalmente justificados de breves escenas que fueron famosas del repertorio de Pablo Podestá: el sainete “fumadas” de Enrique Botaro, el drama telúrico “La montaña de las brujas” de Julio Sánchez Gardel, y el melodramático monólogo de “La morte civile” del italiano Giacometti (que era interpretado por todos los grandes actores del mundo del momento).
Linealmente, la historia es así: Pablo ha armado su propia compañía (después de separarse de sus hermanos) y se halla recorriendo la provincia de Buenos Aires programando una gira. Lo hace solo, manejando una vieja catramina, que estaciona en un lugar espacioso, antes de llegar al centro de Zárate. A ese lugar y sin que él lo supiera, llega un circo criollo, ocupando el predio que frecuenta en sus visitas a la ciudad.
El encuentro de Pablo, un hombre ya pasado de los cuarenta y cinco años, con Olinda, una precoz equilibrista del circo de quince años de edad, sucede circunstancialmente mientras él se prepara para ensayar un personaje y ella hace su rutina acrobática, al tiempo que se está instalando el circo.
Sus caracteres son muy diversos: él, se muestra hosco contra todo lo desconocido y ella, curiosa como corresponde a su edad y a su carácter, peca a veces de entrometida y cargosa.
De allí no podría salir nada bueno. Sin embargo, cuando ella tiene la posibilidad de ayudarlo como “partenaire” en el monólogo del sainete, se produce un acercamiento que modifica a Pablo y surge la posibilidad de una buena amistad.
En ese momento, llega al mismo lugar otro grupo extraño, casi funambulesco, integrado por tres hombres: Víctor Salma (ex-boxeador y actual cantante) y dos hermanos gemelos, César y Aldo, ambos son guitarristas y comparten la incapacidad de ser mudos. Ellos también están recorriendo la provincia, haciendo presentaciones en donde encuentran algún eco: sociedades vecinales, clubes deportivos, o bares de morondanga. El azar los lleva hasta allí y también el azar los hace decidir pasar la noche en ese lugar.
Desde ya que, al encontrarlos, las reacciones de ambos protagonistas son diferentes; Olinda se fascina con el cantante, se conduele de su situación y se decide conseguir que su padre, el dueño del circo, coloque el número musical entre sus atracciones; Pablo, que llega del pueblo con malhumor y algo borracho, enseguida quiere echarlos y hasta llega a amenazarlos con un revólver. La situación no llega a mayores porque Pablo cae en uno de sus frecuentes pozos depresivos, premonitorios de su enfermedad cerebral que lo llevará a terminar en una clínica psiquiátrica.
La llegada de un periodista que quiere hacer un reportaje a Pablo y le pide ver algo de lo que presentará, le hace pensar que Víctor podría servirle para el ensayo donde también participará Olinda: una escena muy dramática de “La montaña de las brujas”.
Todo sale muy bien y Pablo toma una determinación, ante la ida del circo que sigue su circuito: se casará con Olinda así ella podrá quedarse con él y ser su compañera en el teatro.
El casamiento es muy formal y culminará con una gran cena que les preparan los músicos. Vino, sidra, flores, música. La cena termina y Pablo se entretiene “haciendo guantes” con Víctor mientras Olinda espera el comienzo de su noche de bodas.
Llega tarde y no llega bien. Al encontrarse los dos solos, Pablo es presa de un furor creciente que estimula su deseo y lleva al paroxismo su ansia de sexualidad. Olinda al principio se asusta y al final pide socorro por lo que se ha convertido en una violación flagrante. Al final, los músicos logran contener la situación con esfuerzo sin poder impedir que Pablo grite y maldiga a su reciente esposa.
En esa situación psicológica y habiendo quedado solo, Pablo ensaya el monólogo de “Morte civile”, donde el protagonista muere en espasmos a causa del veneno que ha decidido ingerir.
Pero ya, realidad y ficción se han confundido en Pablo y es conducido a una clínica psiquiátrica que es la antesala de su muerte.
La obra comienza en medio de esa locura y se va desplegando en una acción dramática que va y viene entre la supuesta realidad de la trama y el material escénico que le ha permitido dar vida a tantos personajes.